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Italia: la dolce vita no es para los romaníes
Los romaníes están expuestos a condiciones de vida deplorables y a una segregación espacial urbana. Los inmigrantes enfrentan todo tipo de tratos discriminatorios y de violencia que son poco penalizados. Es el caso en 2008 de un grupo de inmigrantes de una pequeña ciudad de Calabre víctima de un grupo mafioso conocido como Ndrangheta. Los inmigrantes decidían en primera instancia enfrentar por su cuenta los ataques o robos y después cansados de la marginalización, de los heridos y de los muertos decidían denunciar, lo que conllevaba a ataques muchos más severos de parte de estos grupos criminales. Todo lo que hizo la policía frente a esta oleada de violencia fue evacuar a los inmigrantes de la ciudad.
Los romaníes son de igual forma víctimas de tratos inhumanos, por ejemplo en mayo de 2000, Paolo Frigerio, quien era entonces el alcalde de la ciudad de Cernusco sul Naviglio en la provincia de Milán, declaró públicamente que daría alrededor de 2 600 euros (provenientes del presupuesto de la Alcaldía) a cada agricultor que dispersara de manera voluntaria los romaníes que vivían en la ciudad.
Une situación sin duda horrible para estas poblaciones, lo que alarma a las organizaciones internacionales como Amnesty International, la cual se encuentra extremadamente preocupada por la “situación de discriminación” que se presenta en Italia. La prensa extranjera, como la BBC habla de una “ola racista” que está en plena expansión. La ONU y la Unión Europea están también preocupadas por esta situación dramática que deben enfrentar los inmigrantes y en particular los romaníes que viven en Italia. Hace dos años, el Consejo de Europa y la Organización Internacional del Trabajo interpeló al gobierno italiano sobre la xenofobia y la discriminación sufrida por los trabajadores extranjeros.
La situación es crítica, como consecuencia del clima político que existe alrededor del tema de la inmigración. Esto provoca un endurecimiento de las penas contra la inmigración clandestina, de parte del gobierno, y propagandas racistas y discriminatorias en contra de los romaníes y de los inmigrantes durante las campañas electorales, tal cual se veía en el boleto de campaña de Umberto Bossi, líder de la liga del norte, que fue distribuido durante las elecciones regionales: “si no quieren gitanos, marroquíes y otros delincuentes en sus casas, los invito a que sean los dueños de su propia casa votando por la liga del Norte”.
Vemos entonces hasta qué punto los inmigrantes y los romaníes son víctimas de una grave hostilidad y de unas condiciones de vida críticas en Italia. Lo que explica la movilización de actores asociativos comprometidos en la lucha contra las discriminaciones y el racismo, tal cual lo hace SOS Razzismo Sicilia.
Alexandrine Yala
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