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Hungría: el miedo del otro

Hungría cuenta aproximadamente con 10 millones de habitantes y se ha abierto a la inmigración internacional gracias al cambio sistémico en 1989. El 21 de diciembre de 2007, Hungría entró a ser parte del espacio Schengen, pero incluso si hubo algunos avances positivos en materia de control migratorio y del acceso al mercado del trabajo, la directriz no fue llevada en su totalidad a la legislación nacional. Por consecuencia, numerosas disposiciones actuales del derecho de asilo no responden aún a las normativas mínimas exigidas por la directriz de la Unión Europea. Además, debido a la formulación vaga, las pocas modificaciones que han sido realizadas por el Parlamento húngaro hasta ahora, no han mejorado la calidad de vida de los solicitantes de asilo ni de los refugiados residentes en Hungría.
Inmigración irregular a la baja
En 2007 había 166 000 inmigrantes legales residentes en el país. Las estimaciones del número de inmigrantes en situación irregular oscilaban entre los 30 000 y los 50 000. Se supone que entre los migrantes con un permiso de residencia, la proporción de hombres es muy alta y puede incluso alcanzar el 80%, entre el 90% y el 95% de los hombres tendrían de 20 a 59 años de edad. Entre el 2000 y el 2006, 31 450 solicitudes de asilo fueron presentadas, es decir, la inmensa mayoría de los inmigrantes que llegaron ilegalmente al territorio húngaro. El flujo más importante de migrantes irregulares en Hungría está constituido por personas que llegan inicialmente de manera legal, pero que deciden quedarse una vez la fecha de su permiso de residencia ha expirado. Ninguna estimación existe al respecto, pero el número de infracciones tuvo su mayor auge hacia los años 90, cuando entre 27 000 y 30 000 migrantes fueron detenidos. Luego, una disminución importante y constante ha sido observada, llegando así a un promedio de entre 8 000 y 10 000 personas que atraviesan la frontera ilegalmente. Hoy en día, si comparamos Hungría con el resto de países vecinos de la Unión Europea, los pasos fronterizos irregulares en el país son menos comunes. La inmigración de los países de Europa Central, de China y de Vietnam es principalmente una inmigración por cuestiones de trabajo, a menudo empleos de temporada o temporales. Por otra parte, la inmigración en Hungría, golpeada por la pobreza y la guerra, es principalmente una inmigración transitoria.
LA INMIGRACIÓN EN HUNGRÍA EN CIFRAS
Hacia finales del 2007, había 166 693 residentes extranjeros (1,6% de la población total) viviendo en Hungría con un permiso de residencia superior a 3 meses de duración. Dos tercios de los ciudadanos extranjeros residentes legalmente provienen de los países vecinos y la mayor parte son húngaros. 12% provienen de un país asiático (de los cuales 8% vienen de China y de Vietnam) y 12% tienen la ciudadanía europea. Desde el año 2000, el número anual de personas que han obtenido la nacionalidad húngara oscila entre los 3 000 y 10 000, un grupo aún dominado por los húngaros. El número de extranjeros inmigrantes se encuentra entre los 20 000 y los 23 000.
Xenofobia
El discurso político sobre la inmigración ilegal está fuertemente influenciado por la oficina de la inmigración y de la naturalización y la policía fronteriza, ubicándose principalmente en el marco de la política penal (por ejemplo, la lucha contra el contrabando y el tráfico), la seguridad (como las medidas contra la falsificación de documentos) y la protección de los derechos del hombre (tales como el derecho al reagrupamiento familiar). La falta de un debate público sobre una estrategia de migración global que tenga en cuenta el conjunto de los aspectos sociales, económicos y políticos al margen del fenómeno de la migración es fragrante. Además, se observa un alza de la xenofobia y el nacionalismo entre los húngaros, el cual está claramente plasmado en los resultados de la última elección legislativa (el partido de la extrema derecha, Jobbik, recibió cerca del 15% de los votos). Los medios de comunicación de extrema derecha hacen campaña en contra de los migrantes. A pesar de la baja en las tasas de natalidad, lo que ocasiona escasez en el mercado del trabajo, la política migratoria de Hungría está primordialmente dirigida hacia las comunidades húngaras en los países vecinos (diáspora política). La puesta en práctica de la política de inmigración en Hungría está pensada a corto plazo, centrada en la seguridad a través de las medidas defensivas en contra de los migrantes que no son húngaros, sin ninguna estrategia de orden global a la vista.
Matyas Benyick
Presidente de Attac Hungría
Traducido por: Diego Fernando Grajales Jaramillo
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